«Y un momento después nos encontrábamos todos en el pasadizo. Al horrible silbido se mezcló ahora un aullido espantoso y luego, como un trueno. Finalmente, un profundo silencio lo envolvió todo. Cerré la puerta. Después, cogiendo la llave, miré a los otros. Estaban mortalmente pálidos, y supongo que mi rostro debía estar cubierto por la […]